sábado, 29 de noviembre de 2014

Klaus Fischer

El jueves 7 de abril de 1921 a la hora 02:51, llega al puerto de Buenos Aires el barco de Bandera Italiana AMBROSIANA I, propiedad de los Hermanos Monge

Esa madrugada, un joven Austriaco, piso tierra Argentina por primera vez en su vida. Había recorrido un largo periplo, y su rostro no ocultaba los signos del cansancio, detrás de sus bigotes finamente y prolijamente rasurados, que solo ocupaban un cuadrado debajo de su nariz.

Cabello muy corto, y mechón acomodado con fijador, pasó por la aduana  para identificarse. Presentó su pasaporte, y con acento germánico expresa su nombre: KLAUS FISCHER

Se escuchó la estampa del sello, y luego de posar para una foto, le dieron el permiso de ingreso al País.

Camino hasta llegar a un conventillo. Se alojó en una habitación, que la propietaria le mostro, con vista al riachuelo, el inmueble ubicado en Pinzón 840

Cuando amaneció y luego de higienizarse, pasó por el patio, repleto de sogas con ropa tendida, y ahí nomás, la propietaria del inmueble, lo encara, con un mate en la mano. Klaus se quedó paralizado como si hubiera visto una imagen por él ya conocida.

Con las pocas palabras que aprendió durante el viaje en Barco, agradeció el obsequio con un gesto y esquivó a la mujer para salir a la calle.

Necesitaba conseguir dinero, y para eso debía encontrar un empleo.

Nadie sabía nada de Fischer, solo su procedencia. Pocos, sabían en verdad, el motivo, por el cual había decidido optar por un País tan lejos de su tierra.

Regreso por la noche. Muy tarde. Golpeó fuertemente la puerta, porque no tenía llaves para abrir. La propietaria con una bata y la toca luciendo en su cabeza, le abre con cara de pocos amigos, y de muy mal modo, le muestra un cartel, colgado a modo de reglamento, donde se apreciaba claramente el horario que el establecimiento permanecería abierto, y algunas otras cosas más, tales como NO SE PODRAN RECIBIR VISITAS, fuera del horario permitido

Al igual que la mañana, Klaus se quedó mirando (porque no entendía nada de lo que le decían), y por respeto, esperó a que la propietaria termine con su enojo para retirarse a su habitación del primer piso por escalera metálica, con vista al riachuelo.

Abrió la ventana para ventilar un poco, el húmedo olor a encierro, y se apoyó en el marco a mirar la luna, mientras fumaba un puro.

Quien sabe, donde se fueron sus pensamientos, pero tuvieron que volver de repente, con los golpes de la puerta. Al abrir, se encuentra con el malevo Pardini, que ocupaba la pieza de al lado, con el pucho en la boca, pañuelo al cuello, solapas del saco levantadas, un zarzo de acero luciendo en el anular derecho, y el funyi levemente inclinado para ocultar su rostro.

Lo estaba invitando a acercarse a la habitación del guapo Correa, y en la jerga de los conventillos, negarse es ganarse una puntada en las sombras de la noche.

A diferencia del trato que le dispensó a la Mujer, Klaus aceptó sin necesidad de hacerse entender, más que con una indicación con su mano, para que el Malevo se haga a un costado, para que pudiera salir por la puerta.

Caminaron por el pasillo, hasta llegar a la pieza del Guapo.

En su interior, se encontraban otras dos personas más, y no se podía ver muy bien, porque había mucho humo de cigarrillo y todas las ventanas cerradas.

El malevo Pardini, lo apura para entrar y enseguida cierran la puerta con dos vueltas de llave y tranca.

Le ofrecen un trago. No sabe que es y no sabe preguntar, pero acepta. Bebe rápidamente la pequeña copa y se queda en silencio. La grapa le resultaba agradable, y lo amigaba con sus ocasionales anfitriones.

Corren las horas, los puchos se comparten, y las botellas llegan al número de 6, cuando el sol le hace saber al Guapo Correa, que ya es tiempo de terminar. La vieja, está por aparecer en  cualquier momento, y si llega a ver que se juntaron en una pieza, haciendo las cosas que el reglamento prohíbe, va a llamar al policía de la esquina, y no quiere otra contravención que lo vuelva a encerrar en la penitenciaría Nacional.

Esa noche Fischer, aprendió varias frases y palabras que le serían de mucha utilidad para hacerse entender. No las aprendió de los mejores maestros, pero ya no pasaría por situaciones sin saber que le decían, sin entender nada.

También algo cambió en su persona. Ya no se levantó temprano, para salir a buscar trabajo. Una palabra le quedó dando vueltas en su cabeza: MINAS

Para la noches sucesivas, ya no hizo falta que lo fueran a buscar a su habitación.

Se acercaba solo, hasta la habitación convertida en garito, llevando consigo la grapa y los fasos.

En la medida que incorporaba la prosapia nocturna, iba largando prenda.

Una noche Conto porque se fue tan lejos.

Klaus, tenía participación política, como secretario de actas del partido Obrero Alemán, país donde estaba radicado.

Había nacido en 1899, en Austria, y cuando apenas tenía 12 años fueron a vivir a Alemania, junto con sus Padres, y un primo suyo, también austriaco, de nombre Adolfo, nacidos ambos el mismo año.

Conforme pasaron los años, Klauss y Adolfo, compartían todo. Tiempo, espacio, familia, menos las ideas

Por ese motivo, Klauss, le propone a su primo, que se afilie al Partido Obrero. Eso fue en 1919, y resultó ser el principio de su fin para Fischer.

En poco tiempo, Adolfo se apoderó del partido y cambió las ideas de su plataforma. Lo desplazó a Klaus de su cargo y elaboró como estandarte del partido una Cruz Esvástica, y le cambió el Nombre, por Partido Nacionalista Nazi. Para peor cortejaron la misma mujer, llamada Eva Brown, y eso alteró el inestable carácter de su primo, y por eso se tuvo que escapar. Porque sabía que lo enviaría a prisión.

Al embarcarse, supo de la Argentina de boca de su propio primo, que tenía conocimiento de nuestra Patagonia, porque estaba en la búsqueda de la fuente del poder, y leyendo escrituras celtas, tenía entendido que el Cáliz estaba escondido en nuestras tierras.

Sabiendo ahora quien era Klauss y como escapó de su Primo, fue ayudado a instalarse y le otorgaron un lugar privilegio en el hampa.

Una noche en lo de Hansen, en 1933, acuchillo a tres tipos que estaban molestando a una copera. Luego de ese episodio lo contrataron para que haga seguridad Nocturna en el local, siendo el primer patovica de Buenos Aires.

Se ganó la confianza de los dueños y le permitían quedarse en una pieza, al fondo, para que no tuviera que viajar hasta el conventillo

La gente ya lo conocía y su fama se había ganado un lugar en la noche porteña; lo llamaban el ALEMAN, porque les resultaba complicado pronunciar su nombre y apellido, exactamente tal, como este lo hacía porque seguía manteniendo el acento, a pesar que ya hablaba en criollo

En una reunión de corte privado, no debía permitir el ingreso de desconocidos al lugar. Para ese momento, ya lucía como aquellos del conventillo y en su cintura calzaba, además de su faca, un revolver.

Llega hasta el lugar un coche con un pesado, que pretende acceder.

Se pone frente a Klaus y le empuja, intentando amedrentarlo, cayendo al piso y ensuciando sus prendas. Para cuando Fischer recupero la vertical, el pesado tenía dos tiros en su cuerpo provenientes del arma de Klauss.

Eso incrementó aún más la fama del austriaco, que se ganó el respeto de los guapos y malevos, ampliando su territorio a otras zonas.

Cuenta el corto Martínez, que cierta vez, un grupo de señoritas, que debía trasladarse desde Palermo, hasta la Ciudad de La Plata, solicitaron a Klaus, que las acompañe, para estar más seguras. Siendo el primer Seguridad Privada de Buenos Aires.

Allí fue, donde pasó. Donde nace la leyenda

Aquella ciudad, estaba homenajeando a su fundador, recientemente Fallecido, Don Dardo Rocha, y habían contratado a un grupo de señoritas, para distracción de los políticos de la época, muy vinculados a la Gran Bretaña.

Quienes estaban allí presentes, estaban creídos que las damas eran de compañía y Klaus quien las regenteaba.

No existía nada que impedía el libre comercio de un rato de placer, por unas monedas; así las cosas, uno de los más emblemáticos representantes de la pacata sociedad hípica, quiso sobresalir entre todos, haciendo gala de su excelsa pronunciación y se dirigió a Klaus Fischer, como CAL FISHO (con horrenda fonética y peor pronunciación), para conocer la tarifa por los servicios de las Señoritas.

Fischer, tomo como una falta de respeto la mala pronunciación de su nombre, mucho más que la consulta por el intercambio placentero temporal, y arremetió al pacato, clavando un puntazo a los neumáticos de su rodado.

Dieron intervención a las fuerzas policiales, porque un extranjero agredió a un miembro de la alta Sociedad.

Radicada la denuncia, como “LESIONES MORALES y DAÑOS MATERIALES OCASIONADO POR EL SR. CAL FISHO, en CONTRA DEL VENEMERITO SR. JUAN CARLOS CASTELAR HAEDO MORENO MERLO, quien ACUSA AL SR. CAL FISHO DE HABER QUERIDO OFRECER LOS SERVICIOS DE UNA DELAS SEÑORITAS por el Regenteada”

Lo que le valió 30 días de arresto, en una celda de Atalaya, cercano a Magdalena.

Cuando quedo en libertad, regresó a Palermo y para ya entonces era llamado CAL FISHO, hasta que la deformación expresiva  lo llevo a pronunciar como CAFISHO

Desde entonces, se estableció el artículo 8.40 en el código de contravenciones,  para tratar cuestiones referidas a la prostitución. Dicho número surge de la denuncia radicada en La Plata, cuando Fischer menciona la dirección donde habita, como Pinzón 840; en virtud de tamaño desacato, la justicia citó ese número como evidencia del origen del mal proceder de este extranjero, que no conforme haber sido expulsado de un honroso partido político Germano, cuyo líder agradaba a los políticos Argentinos, sino que continuó con su mal accionar en esta noble tierra.

No pudo aclarar el mal entendido. La confusión que generó el proceder artero y mentiroso de ese político, tuvo el mismo argumento que el que utilizara su primo, en aquella oportunidad, en la que tuvo que huir.

Klaus, cayó en desgracia y no tuvo siquiera el apoyo de los Guapos y Malevos que ya no le abrían la puerta. Desapareció una madrugada con destino incierto y nunca más se supo de él.

Desde ese momento, para el acervo popular, la figura de quien vivía de las minas, se conoció como CAFISHO.

Tiempo después a la desaparición de Klaus, se supo que el distinguido político fue descubierto por su esposa, acompañado en su cama por  una prostituta y el primo de Fischer se pegó un tiro en 1945.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Pregunta Respondida

Todavía le pregunto a Dios

 Porqué me alejó de vos
 
No me responde

 

Un disparo certero

 Hirió de muerte mi alma y cortó las alas

De mi libre volar y aquel joven corazón

Quedó mudo de sentir

 

Naufrago de un recuerdo

Anestesiado del dolor

 Surque los mares del silencio

 Buscando en cada rincón

Donde quedaron mis sueños

Donde quedó mi amor

  

Sentí morir en el olvido

 Supe el precio del desprecio

 Aprecié el valor de la nada

Pude ver las estrellas desde

 Lo profundo de un pozo……

 Jamás deje de pensar en vos

 
 
Captor de mi esencia

El destino, me otorgó la libertad

 Cegado por el desamor

 Crucé la línea aquella

Para volver a ver tu luz

 Paralizado por el miedo de creer

 Que el tiempo haya sido en vano

 Temblé cuando te vi

 
Tu luz aclaró mi ceguera

 El brillo de tus ojos curó la herida de mi alma

Y tu amor….hecho a volar a mi viejo corazón
 


Todavía le pregunto a Dios

 Porque me alejó de vos
 
Me responde.. Noche tras Noche
 
Cuando encuentro el sueño soñando con vos

 

martes, 25 de noviembre de 2014

Doxa de un Centauro


No dirá nada, si nada tiene para decir

Tiene cosas muy guardadas dentro de sí que jamás verán la luz

Pero no te confíes de su silencio. Es cuando más habla

El cargoseo le molesta. Déjalo en Paz

Le gusta compartir con amigos, pero necesita un espacio para su soledad

Es observador, fisonomista y analista pero mucho más siente

Tiene sentido del humor

Es pasional e intuitivo y se deja  llevar por su espíritu

ES LIBRE. NUNCA lo quieras encerrar

Sabe esperar. Es paciente

Es fiel a sus convicciones y a su FE, pero mucho más a sus sueños

Es decidido. Jamás vuelve sobre sus pasos

Es buen orador de las cosas que sienta decir

Se va a entregar por completo. No lo manejes.

Te va a escuchar atentamente. Te va a mirar a los ojos

Siempre te va a responder la verdad

No te va a pedir nada; pero espera que te des cuenta de su necesidad

No lo traiciones ni le mientas.

No juegues con su esencia

Las injusticias lo rebelan

No quieras resolverlo como un acertijo.

No quieras acomodar su impronta, ni pretendas combatir su idealismo

Tómalo o déjalo. Pero nunca lo ignores

No es rencoroso. PERO TIENE MEMORIA. NUNCA OLVIDA

Es transparente y dócil. No lo ataques ni le seas hostil

Es fiel a su raíz, a sus recuerdos y a su historia

Necesita mucho de poco, para tener todo

Transita el presente de camino al FUTURO

Pretende vivir Feliz y Morir en Paz

lunes, 24 de noviembre de 2014

Respiro Amor

Tomo aire…  
Respiro brisas de un amor  
Que deja semillas de dulzor 
Sembradas  en mi alma

Al florecer…
Secretos silenciados se echan a volar
Como polen esparcido
Buscando germinar
En el vientre fecundo de los sueños

Al brotar….
Palabras florecidas se echan a volar
Buscando aquella Flor
Donde nació mi amor

lunes, 17 de noviembre de 2014

De que me habla este tipo..?

No supe el motivo, por el cual, el destino definió que estuviera aquel día en ese lugar.

Pero sentado frente a su mesa, no me quedó otra que escuchar lo que el tipo contaba.

Se expresaba con tanta elocuencia, que resultaba imposible ignorarlo; más aún con sus gestos, con el movimiento ampuloso de sus brazos.

Su palabra atildada y el tono de voz tenue, hacia todavía más atractivo su relato. Lo que no sabía, era porque me atraía el contenido de su historia.


Así que decidí extender la estadía en aquel viejo Bar de la calle Thames, para escuchar…para ver si había un final…para averiguar porque no podía dejar de sentir intriga por esa historia. Eran casi las 8 de la noche, y daba más para irse a cenar, que para seguir con el rito cotidiano del café y la prosapia barrial.

El tipo hablaba, revoleando los ojos; como buscando público; eso hizo que me despojara del temor de quedar como un boludo, por quedarme a escuchar; entonces le hice señas al mozo; a distancia como se acostumbra. Con otro café, me acomodé en la silla…tome varios papeles, como para hacer que estaba leyendo, y preste atención…


El tipo prosigue con su monologo y dice…

 “Cierta vez, cuando tuve claro que había logrado lo que quería y estaba satisfecho con el modo de obtenerlo… Cuando tuve certezas que mis convicciones, fueron la base de aquellas decisiones tomadas, las cuales basé en un mix bipartito, entre lo que sentía y lo que pensaba….

Fue el preciso momento donde me encontré, que finalmente lo alcanzado no era una meta, sino el final de un principio que nunca había comenzado. Simplemente porque se detuvo en un momento, llevando  a un abismo interior, todo cuanto habían forjado mis sueños”

 A la mierda ¡!!! Ya para ese momento, deje de lado, el escrito que estaba  sosteniendo, a modo de coartada, y me adentro aún más en esas palabras


Quien lo acompañaba en la mesa, solo atinaba a levantar las cejas, como sorprendido; no respondía nada, entonces sigue el tipo…

 
“No solo eso; sino que además me di cuenta que estaba vacío….como que todo lo que hice fue más corpóreo que siguiendo mi esencia”

 
Parece como que todavía no sale de la introducción, hasta que el tipo manda una frase tremenda

 “sabes…?? No fui fiel conmigo mismo”

Me fui mentalmente del ruido de sus palabras; y quien sabe hasta dónde me traslade pero seguro que allí no estaba.

Lo que miraba eran figuras difusas, casi sepias, como que una secuencia fílmica, era la que capturaban mis ojos; el sonido era en 16.

Por un momento pensé que me bajó la presión, por los síntomas; tímidamente observé a mi alrededor, como tratando de advertir que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasándome.


Evidentemente me fui lejos, pero estaba cerca. Hubo algo que alteró aquella tarde tranquila.

Hice una revisión…una rápida mirada interior, y me encuentro de frente con la historia del tipo.

Casi que empezaba a darme cuenta, porque tenía tanta intriga; aún así no quería enfrentar la situación, con la valentía que lo hacía este tipo, pero parecía que estaba relatando cosas cotidianas de sucesos que me identificaban.

Era tal la sinceridad, y la crudeza con la que plasmaba su realidad, que causaba envidia. Que claridad, por Favor ¡!! Pero…cuanto había en sus palabras, que no dejaba distancia con el resto de los parroquianos, que a esa altura, cuando levanté la vista, estaban todos atentos a ese relato.

Cuando volví de mi viaje relámpago al interior de mis pensamientos, la cosa, estaba sobre la mesa, como quien muestra su juego de naipes, y con tintes definitorios.

 
“Sabes que pasó Hermano ¡!??”, “Me deje llevar por el corazón, y como si hubiera sido un capricho del destino, cuando se tuvieron que jugar por mí, me plantaron, con argumentos pragmáticos, y todo lo que había puesto en la construcción de aquel amor, se destrozó, se desmoronó y mi alma quedó destrozada”


“Me desorienté de tal modo, que hacía lo que Hacía sin conocimiento pleno de mis actos” “Entendes loco, lo que me pasó ¡!!??”

 
“sissssiii, atinó a responder su compañero”

 
“Me desangeló” “me rompió todo” “me quedé sin nada; lo que mostraba no era más que mi estructura exterior” “como si fuera un robot, pero sin control; carente de alma, de corazón, de sentimientos”

Para ese momento, ya no había persona en ese Bar, que no prestara atención a cada palabra. Parecía como que a cada uno, le afectaba algo de ese relato, desde algún rincón y se notaba en los rostros; es más; algunos empezaron a enviar mensajes de texto, y hasta se escuchaban llamadas telefónicas, pidiendo explicaciones o exigiendo cosas.

Evidentemente, llegó a alterar la habitual parsimonia de café, y logró movilizar el interior de aquellos Hombres, de gestos adustos; sembradores de machismo.

Cómo puede afectar un clima de estricto gen masculino, algo que parecía ser más un libreto novelesco y fantasioso, que una realidad.

No había lugar en el recinto; estaban todas las mesas ocupadas, y los mozos apoyados en la barra, ya no atendían, sino que estaban prendidos al relato. Es más; quiso ingresar una mina, y el dueño le hizo gestos que estaba cerrado el local, como imponiendo la impronta de café, donde solo hay lugar para hombres rudos, y tal vez, a modo solidario impartiendo justicia, con una inocente representante del género, que había hecho sufrir tanto a aquel cliente.

El tipo, sabido que contaba con atención, ya habla con confianza; sintiendo que allí todos lo comprenden

“Me entregue por completo” “Le di mi vida, mis días, mis sueños…mi juventud…TODO”

Esa frase dio apertura a la participación de un viejo, con voz ronca, que desde su mesa, le tira “PERO VOS SOS MEDIO BOLUDO” “SABES MUY BIEN, QUE NO PODES HACER ESO”

Claro. El momento fue un quiebre; porque ya no era la exposición del tipo; sino que generó una participación a nivel general.

Ya no era SU problema; era NUESTRO problema y eso nos daba derechos.

“No crea” “Usted no sabe lo que era para mí esa Mujer”

 
Si bien, la respuesta era para el viejo, todos sentimos propia la discusión

En mi caso, estaba más cerca del tipo, que del viejo.

Por eso no me animé a decir nada; porque seguro que me cabía la misma que el viejo le tiró al tipo.

“PERO NO SEAS OTARIO”, tiró el viejo con su voz áspera

Ignorando la provocación, el tipo sigue


“Nunca pensé que pasaría por una situación así” “para eso había puesto más de lo que se acostumbra poner en cuanto a sentimientos”


“ESCUCHEME” dijo uno de los mozos

“USTED CONOCE ALGUNA HISTORIA SIMILAR A LA SUYA ¿??”

El tipo, abdujo sus hombros, y con cara de quien recibió por regalo una Ferrari sin papeles, atinó a responder “¡¡¡ NO ¡!!!”


“Ve” “Se da cuenta ¿?” “esas cosas pasan, cuando uno hace las cosas, al revés, contrarias a lo que se debe” “usted nos deja mal parados mi amigo”

 
El tipo se quedó mudo por primera vez, desde que se había ubicado en esa mesa. Las palabras del mozo, certeras como un mano al mentón, le asestaron un golpe más a su dolor y lo dejaron grogui, knock out

Solo dijo en vos muy bajita… “yo estaba enamorado”

“Sí, claro” dijo el dueño de bar

“Lo que pasa mi amigo, es que eso, lo dejo ciego, sordo y mudo”

“Imagino que solo miraba, escuchaba y hablaba, las palabras de otro”

“SUPONGO QUE SI LE PREGUNTO, AHORA, CUANDO FUE LA ULTIMA VEZ QUE ALGUIEN HIZO ALGO POR USTED, SEGURO QUE ME RESPONDE, QUE LE PLANCHARON LA ROPA y LE HICIERON DE CENAR”

Chan ¡!!! Brotan lágrimas en los ojos del tipo.

Le dieron duro. Se nota en su rostro abatido, la corbata floja, el cuello de la camisa desabrochado, el cabello desprolijo de tantas veces que se pasó la mano por la cabeza. Pero, no era el único….

Ese intercambio, dividió las aguas, diferenciando quienes tenían claro, como llevar adelante una relación, y quienes se parecían más a ese tipo, y algunos quedaron como neutrales.

Su compañero lo había dejado, hace un rato, con la excusa, que había recibido un llamado importante.

El viejo de voz áspera, prendió un faso y balbuceaba refunfuñando sus convicciones.

El mozo, se fue a cobrar   las cuentas de las mesas, y el dueño, empezó a cerrar la caja.

Señal que la función había llegado a su fin.

Pido la cuenta, y le ofrezco al desdichado, pagar la suya.

Se acercó hasta mi mesa. Me agradece levantando las cejas, pero meneando su cabeza no acepta el gesto; tal vez, porque no quiso quedar aún más como una víctima que da lástima.

Lo poco que le quedaba de dignidad, lo abonó en pesos y se retiró sin saludar. Caminaba, lento, cansino, arrastrando los pies, y desde el ventanal del bar, lo vi perderse en las escaleras del subte.


Mientras el mozo, lleva la propina a su bolsillo, me deja el último comentario… “Vio ¿?”, “pensar que parecía piola y termino siendo un pobre infeliz”

Le di la mano, como única respuesta y me fui, saludando en general “chau, nos vemos”

Mientras caminaba, no dejaba de pensar en esa persona.

Que sería de su vida, después de haber pasado por lo que contó con relato tan sentido??

Como un acto reflejo. Como un anticuerpo, todo lo que me preguntaba, tenía que ver con ese pobre hombre. Como no queriendo aceptar que aquella historia, también me había impactado.

Por un momento, repasé cada una de sus palabras, y recordé las caras de las personas que asistimos al relato.
 

De repente, frené abruptamente a mitad de cuadra, y regrese sobre mis pasos. Volví al bar, como buscando algo, que había olvidado.

Golpee la puerta, que ya tenía el cartel de “CERRAMOS” y espero a que me abran, las personas que se encontraban allí limpiando.


Me abre el dueño del bar, sorprendido y sin que me llegue a expresar palabra, lo apuro con una pregunta que martillaba mi culpa

“DIGAME DON LUIS??”, “USTED CREE QUE YO SOY ASI, COMO ESE HOMBRE??”


Don Luis, me miró fijo. Me tomo de los hombros y me sentó en una silla.

“PORQUE??” “ A USTED LE PASO LO MISMO??” me responde

Me levanté como un resorte. Le respondo que “NO” “NO HAY MODO QUE A MI ME PASE LO MISMO” y me volví a ir.


Mientras caminaba, me preguntaba “DE QUE ME HABLA ESTE TIPO??”, esas cosas, solo le pueden pasar, a alguien que haga lo mismo que hizo ese hombre….