miércoles, 7 de enero de 2015

Patealo Vos... (Dedicado a mi Amigo Jorge Panighini)

Perder la dignidad por dejar de ser quien sos… Pasar vergüenza por no enfrentar el momento… Es motivo de anulación de fueros de pertenecer a la barra. Es una deshonra

No hay peor cosa, para los que forman parte del núcleo atomizado naturalmente por la genética social de la esquina, que seas cagón…

Donde quiera que vayas llevas esa esencia, porque “LA ESQUINA” será siempre donde la barra se junta y si el destino hace que tengas que emigrar, llevarás por siempre ese lugar donde quieras que estés...

Para eso fue creada por la Divinidad Suprema. Para que sepas con quien te juntas, quienes son tus gomias y sobre todo patentar tu identidad, sabiendo para siempre QUIEN SOS...

El prestigio que otorga la esquina es de naturaleza medular…más cuando se trata de defender ese prestigio en una contienda futbolera.

 
Contienda futbolera, que llegaba de lado del Victorio.

Era el líder. Nuestro referente. Un ganador.

Todas las minitas del barrio estaban atrás de él.

Si bien todos teníamos voz y voto, las decisiones más pesadas las tomaba el Victorio.

 
Por eso aquel día llamó la atención su actitud

No esperábamos que eso ocurriera; estábamos seguros que eso nunca le pasaría.

Desafío barrial en el potrero. Al solcito de enero... chivo el partidito.

No hay cansancio. Hay tensión Extrema. Se juegan muchas cosas.

Las piernas entumecidas por los golpes y por los nervios…el reloj corre…Faltan dos minutos y viene esa jugada fatídica….enorme patadón del 2 al nueve nuestro dentro del área.

La vieja que miraba desde atrás del tapial, haciéndose sombrita con un diario... levantó el tuje de la sillita y gritó Peeeeenal, delincuente ¡!!!!, golpeador !!!!!


No había dudas que lo que seguía definía el pleito, o no; el prestigio o el cadalso; la palmadita y el abrazo o la puteada; era el tiro desde los 12 pasos

Todos en el equipo tienen en la mente que el penal, lo practica, lo ejecuta, la tiene clara y lo patea el VICTORIO!!

No queríamos mirar…

Victorio agarra la pelota… la pica un par de veces... se da vuelta para un lado… la pica de vuelta... se da vuelta para el otro y... mira a Jorge fijamente para rematarlo e intimarlo...patealo vos…

La reacción del Victorio, llamo mucho la atención, pero no queríamos quemarlo delante de los pibes del otro barrio.

Pensamos cualquier cosa. Que estaba afectado por la radiación UV o de los 45° a la sombra, o que algo se le había ocurrido…

 
Supimos ahí mismo que el muy bicho conocía al aquero, y este le sabía las mañas al Victorio… Pero además  se habían distanciado porque el Victorio, le había vendido el auto al arquero y nunca le había firmado los papeles de transferencia… Había conocimiento mutuo, pero también había pica...

Era mucha ventaja que no podía otorgar, cuando lo que estaba en juego era el prestigio de la esquina, por lo que el Victorio le dice a Jorge, que iba a distraer al aquero, con aquello del auto…

 
Jorge no esquiva la responsabilidad. Es ENORME…

Muchos de los pibes se acercaron a darle una palmada, como quien despide a un muerto…Victorio se colocó en la línea de costado…cerca del área donde se patea el penal…


No hay sonidos. El silencio es tremendo…

El arquero, es bueno. No se mueve. No le da referencias…


Mirada felina…casi de turro…. Jorge habla en voz muy bajita… algo está susurrando, pero no se escucha nada…

Corta carrera…. Camina lento hasta el balón…

No queremos ver… que hace ¿??? Porque no le apunta a la cabeza…!!!!!

Tiró suave al segundo palo…y…GOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL  ¡!!!

El arquero ni se movió.

Se quedó clavado en el piso, mirando las señas que le hacía el Victorio desde la línea de costado….

 
Termino el partido. Todos abrazan a Victorio; todos menos yo que corro a abrazar a Jorge por su gol y para preguntarle qué carajo decía en voz bajita… Me miró…me contó al oído lo que dijo, nos cagamos de risa y nos fuimos.

 
Jorge emigró a otros barrios llevando en su esencia aquella esquina… portando su sabiduría y su calma.

 
La misma calma con la que encaró al arquero para patear el penal y en voz muy bajita le dijo socarronamente… “CHE, SABES QUE EL VICTORIO SE COME A TU HERMANA ¡!???”, aprovechando las señas que desde un costado de la cancha el Victorio le hacía al aquero recordando el episodio del auto… como quien firma papeles…
 

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